domingo, 22 de junio de 2008

Parte V: “Algunos representantes del Sequito terrenal: la jerarquía más baja”


El día en el citado nosocomio comienza apenas el reloj marca la hora más temprana para que los “insanos pacientes” con privilegios de salidas lleguen a la institución. Pero nunca llegan a la hora acordada, ni los internos… ni los ambulatorios, ni los profesionales ni el resto de la fuerza laboral. ¿Para qué marcamos una hora si nunca la cumplimos?

A penas se cruza la puerta principal encontramos a la primer cara poco amigable pero siempre o más bien a veces presente del lugar. Pamela Chu, una afamada bailantera de la movida nocturna del barrio de ONCE…una recepcionista a todo dar que dejo su pasado para fundar una existencia de valores simples... Básicos y mortales instintos. No necesita ponerle mucho pensamiento a sus tareas por lo que tiene un porcentaje alto de mediocridad. No creo sea la imagen adecuada para este lugar pero sus ocultos dotes hacen que siempre quede en posicion adecuada.

Quien arrea a los nuevos o perdidos es la inigualable Vale, con su acento europeo y mezcla de fuerte apache, es una gran presencia que enaltece el área de las enfermeras psiquiatricas, con sus vuelos de altura rasa e historias de bares en los rincones más afamados del viejo continente. De hobbie se dedicaba al teatro unipersonal para no perder presencia en el escenario. Siempre Bella con sus pinturas resaltando cada detalle de su piel. Especialista del “GARCHIN” sabe vender hasta a un maniquí lo que no necesita. Busca vidas de nivel internacional. Es una imagen de gran porte y glamour equivalentes a un personaje de cabaret. Da brillo…

En la cocina tenemos a la “tota – porrota” del barrio… no falta habladuría infundada que no haga circular por toda la sagrada institución. Una infamia de culebrones que vomita a cada segundo. Jamás se me ocurriría pedirle un café porque de seguro lo escupiría con su veneno, y antes de mezclar algo de ese ADN con mi ser, prefiero hacer ayuno hasta morir de inanición… cosa que pasaría luego de varias semanas. Igualmente para asegurarme que nada se encontrara dentro de mis bebidas, compro todo sellado y armo mis propias infusiones… salvo que se encuentre algún personaje de mi confianza, son pocos pero los hay.

Si el café tiene espumita no es que te lo batieron con ganas!!! y ni hablar de los saleros flojos… las sillas rotas…etc…

Hoy fue un día de visitas y tenemos a los más extraños seres pululando por las áreas permitidas… Deberíamos poner cercas electrificadas para que aprendan que donde dice NO PASAR significa que no pueden entrar…

Algunas ovejas descarriadas tienen esos momentos de ojos saltones y comedera de uñas, un rasgo de intranquilidad que puede terminar en un sangriento domingo… Todos atentos para ver quien sale corriendo primero… para el lado opuesto así nos evitamos algún juicio por alguna boludez cósmica que los Derechos Humanos exclaman… pero ¿Son humanos? ¿Para tener derechos no se deben acatar los deberes?...

Dentro de esos estandartes de Humanidad pediría que no pongan una y otra vez la misma música, tengo la sensación de un mensaje subliminal que nos implantan a todos… “coma un McCombo y tire de su heladera todo lo que diga Light” o “cruce las luces rojas acelerando al máximo” o “compre pieles de animales muertos porque las sintéticas no son biodegradables”… Quien sabe que macabro experimento hace el Director con nuestros cerebros…

Por suerte todo termino tranquilo, con unos cuantos inodoros inhabilitados por el excesivo uso del sistema digestivo de algunos individuos. Hoy tan solo se llevaron unos rollos de papel higiénico, 3 bombitas de bajo consumo un pisa papeles y el paragüeros de la entrada. Por supuesto que todo esto esta lejos del alcance de los internos y de las zonas permitidas para las visitas, pero siempre se llevan algún souvenirs… casi como recuerdo de algún lugar vacacional o religioso…

No hay comentarios: