miércoles, 18 de junio de 2008

Parte II: "pabellon blanco"

Haciendo mis rondas de seguridad puedo observar muchas imitaciones de humanidad, pero la realidad en este apartado mental, esta muy distante de la norma del humano mediocre.

Pasillos interminables de celdas… puertas que abren o cierran mundos “escafandricos”, voces inaudibles que claman asesinatos… insatisfacciones por todos lados… silencios!

Paredes blancas… todo blanco para hacer mas visible las manchas, la mugre, la suciedad…Pulcros resplandores de inertes cuerpos, transeúntes perdidos en el más recóndito agujero de lo que queda de sus cerebros, luego de una tarde de electro shocks característicos de las reuniones familiares.

Un día común en la institución de la salud mental… Descubro a un interno queriendo cortarse los dedos después de que su mano, sola… sin ayuda de nadie quiso arrancar los cabellos de otra “reclusa” … Gritaban… tiene peluca!!! y como arte de magia negra, la mano cruel intento sacarla de la cabeza…

¿Qué habrá pasado por aquella cabeza que solo quería quitarle la peluca?, por suerte no tiene problemas con otras vellosidades del cuerpo…

Todo tan blanco me da dolor de cabeza y me pongo los anteojos oscuros. Están un poco sucios pero para lo que hay que ver no me preocupa…

Araña esta tratando de cruzar una ventana. Este intento frustrado, mezcla de súper héroe y teletubi, fue en otra vida un joven con futuro que se dejo quemar las neuronas con varios químicos de moda. Hoy es lo que es…un insecto tratando de cruzar una ventana. Nunca se despega de las paredes, y cruzar un pasillo ancho es solo posible dejándolo inconciente con alguna inyección amiga…Perdido, como muchos otros pero en un mundo inalcanzable y sin retorno. ¿Será que si pudiera, quisiera volver?

El pabellón blanco es el ala más dinámica, nunca falta acción y esta repleto de personajes indescriptibles, indescifrables, inimaginables… y son tan comunes dentro y fuera del manicomio… estas paredes no retienen la locura de la sociedad, apenas son una muestra gratis de lo que hay afuera.

Corchito quemado, es una extranjera de un país limítrofe que le encanta hacer creer que limpia… llora y llora para recoger limosnas y así incrementar su sueldo que de básico no tiene nada… pero como es de limpieza se hace pasar por una pobre infeliz mujer sin posibilidades de salir de su agujero… una lastimera llorona que ni hace bien su trabajo. No se entiende cuando habla el supuesto español mal conjugado, pero esta ahí… haciendo que hace… quejándose y llorando… ¿debería ser una interna más? ¿Pero quien limpiaría la inmunda y fétida “excritud” de los internos?... Mejor que trabaje, hasta donde le de la altura… es mejor que inodoros tapados y artísticas imágenes plasmadas en las paredes, como cavernas… cavernícolas de visitantes que se creen con el poder de dejar una huella en pared ajena.

Pabellón blanco no es sinónimo de hoja en blanco, quizás los muy creativos crean que es para dejar una impronta…no soportan el espacio y quieren llenarlo… Todavía no entienden que el espacio nos deja movernos, respirar, agregar algo, correr, sacar y poner.

Blanco y pulcro… es lo que quisieran… y yo pienso en psicosis… Necesito un rato de relax en el salón acolchado para los internos violentos, que les gusta probar la dureza de las paredes y hacer un Pollock con su clásico color rojo oxidado… para mí es como el pelotero del lugar… un clásico dentro de los clásicos… Blanco y acolchado como las nubes…

No hay comentarios: