viernes, 20 de junio de 2008

Parte III: “El tercer ojo”

Después de una mañana llena de trámites y papeleos burocráticos terminé de sacar las cosas estancadas de mi escritorio. ¿Cuántos árboles abran sido cortados y procesados para terminar en la basura como papel?.. y ni pensar en la contaminación de las papeleras para procesar el inerte material que alguna vez fue parte de los pulmones de nuestro mundo.

El recorrido comenzó como siempre por los pasillos hasta las salas principales y los pabellones especiales. Casi todos me conocen pero pocos se atreven a cruzarse en mi camino, es una suerte porque así me evito la interacción con los reclusos, los pacientes de día y las respectivas visitas.

Una imagen me perturbó la retina del ojo derecho. Como una extraña postura del kamasutra versión vaquero sadomasoquista, uno de los internos se creía que estaba domando a un salvaje caballo (aunque por su esbelto cuerpo lo definiría más como una mezcla de lobo marino con orangután). El valiente domador se encontraba sin su remera blanca puesto que la usaba de riendas mientras el mitológico personaje, en cuatro patas y con sus pantalones por debajo de los cuartos trasero dejaba ver un aspecto poco agradable de su fisonomía.

El cuadrúpedo estaba dando movimientos abruptos para liberarse de su captor quien se mantenía esbozante de alegría o ¿serían las pastillas dejando de hacer efecto?

Tanto forcejeo hizo al jinete buscar una forma de aferrarse más sobre su presa, y como en una película de artes marciales levanto su mano derecha… dejo tan solo dos dedos firmes, luego en un segundo quedo uno solo… y despiadadamente le hizo un piquete de ojo al Monstruo que al parecer lo creyó cíclope, un error de cálculos si pensamos que los ojos se encuentran en la cabeza… por lo que el animal con sus dos ojos bien abiertos ahora tenía un orificio anal ocupado por un objeto extraño a su cuerpo.

Fue rápido y casi mortal… un relinchido, unos cuantos movimientos y el cuadrúpedo paso a convertirse en una alimaña aplastada y esparcida por el piso blanco y frío. Ya domada la fiera al experto jinete no le daba gracia ni placer la quietud, pero se quedo sobre su presa inmóvil hasta que dos enfermeros gigantes lo separaron de su premio.

Todo eso pasó en menos de 5 minutos, por lo menos ese fue el tiempo que me detuve para observar desde el otro lado del vidrio de seguridad. ¿En tan poco tiempo la vida puede cambiar?... quizás la bestia indómita necesitaba ser domada, o encontró algún nuevo placer que mantenía excluido de su pensamiento por las enseñanzas y la cultura impuesta a su vida.

Una vez reinstaurado el orden en esa sala continué el recorrido en la sala de visitas, donde las aguas de la supuesta “normalidad” exterior se cruzan y mezclan con los ríos turbulentos de los pacientes.

Me tomo un café gigante y caliente que me reconforta en el gélido microclima que impuso el director. Según dijo, “con mis xxx años de experiencia he observado que el fío calma y despierta (¿qué despertara? , quizás los "infiernos internos de las personas”)… desde entonces vivimos en un eterno invierno…

Me siento cerca de una ventana que da a los jardines tratando de borrar la última escena de acción del día. Pero mientras comienzo a relajarme mirando unos pájaros jugar al sol, una roca cae entre las pequeñas aves y toda la paz se vuela junto a las pequeñas bestias voladoras. Giro la cabeza sobre mi hombro y tratando de no dejar aflorar la iracunda rabia mortal, veo a un niño riéndose del hecho que acababa de perpetrar sobre las pequeñas aves… pienso:-“futuro paciente del ala azul o recluso de alguna prisión estatal… si es que no muere antes baleado, atropellado o enfermo…

Si los que están dentro de este extraño espacio, son resultado de la sociedad que esta afuera o de algún “problema genético o congénito” no lo se… pero me juego a creer que la mayoría son la causa de la sociedad que desecha sus miserias, hasta que pase lo mismo que con la basura y no tengan lugar donde desechar u ocultar lo que no esta aceptado…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola felicitas, me gusta leer lo que escribis, debe ser complicado trabajar ahi con este tipo de gente o solo cuestion de acostumbrarse. espero anciosa la IV parte.
Penelope Labella

Anónimo dijo...

HOLA, la verdadd me encanta cada capitulo. Mi sensacion es q tambien YO soy parte de esa realidad q vos vivis cotidianamente a medida q pasan los capitulos. Espero el proximo, besos

TATO