viernes, 27 de junio de 2008

Capitulo VIII

Desde que abrí los ojos tenía mal humor, por lo que el mejor remedio para no pasar un mal momento era que el resto de la población mundial no me hablara, me esquivara, todo contacto iba a ser un mal presagio.

Tenía muchas tareas para realizar el día de hoy y comenzar desde tan temprano era terrible. Frío y neblina… silencio y la calle despoblada. Por ahora todo estaba perfecto pero cuando sacaba el auto del estacionamiento un renacuajo pelotudo se cruzo sin advertir las luces y los sonidos que avisaban la salida de un automóvil. Claro, estaba conectado a su teléfono celular que lo único que le faltaba era que hiciera café y pensara por el.

Cansada de toda la semana tuve que soportar el estresante centro de la ciudad un viernes que hace a la “gente” animales rastreros y descerebrados. Lo mejor es que casi no tuve la necesidad de hablar para realizar mis tareas.

Todo comenzó al pisar la clínica de “insalubridad mental”, donde las esferas sub-inferiores estaban en pie de guerra. Una sensación de estar entre salvajes de las primeras eras, así como por el CENOZOICO, en el periodo terciario.

No voy a entrar en detalles porque sentía que estaba pasando de eras, todo cruce con la supuesta raza humana trajo a mi ser el recuerdo de estudios del secundario। Tenía en frente a todo un linaje, como si fuese el museo historico de ciencias recorría los pasillos hasta mi oficina topandome con: Australopithecus, homo erectus, homo neanderthalensis a homo sapiens pero de caracteristica NOSAPIENS.

Por fin al resguardo, en mi cueva (llamada en esta era) OFICINA, me senté a tomar un café bien caliente. Pero mi interno no dejaba de sonar… pera preguntarme cosas tan profundas como: No hay papel higiénico n los baño, ¿le pongo?... no hay luz en la oficina de asuntos médicos… ¿le cambio la bombita?... Tengo que hacer un deposito pero cerro el banco ¿lo hago el lunes?... y así tuve una y otra pregunta de entes NO PENSANTES… una tras otra, como si fuera el oráculo de Delfos en plena capital porteña.

No creo tener un coeficiente mayor a la media de la población pero en esta institución se caracterizan por hacer beneficencia y darle trabajo a los deficientes mentales. ¿Será por eso que estoy en el cargo de jefa?... No voy a degradarme… estoy por ser una psiquiatrita rehabilitada e inserta en la sociedad de consumo… por ahora reprimo mis instintos asesinos y sádicos para dejarlos libres en mi cerebrito.

Casi me muero de un infarto cuando bajando por las escaleras me encuentro que en el hall de entrada se encontraban los HOMO ERECTUS del momento con sus secretas amantes… que de secreto ya no tenían ni el pelo de la argolla… De todas las edades y de cualquier tipo de desquicio mental, una cosa sexopata de las mas bizarras.

Para cuernos deberíamos dejar una pared de trofeos. Para cambios de rumbo otra ya que varios XY se comportan muy XX… que puedo decir… SI SON FELICES hagan lo que más les plazca… la vida es corta para reprimirse… por lo menos en esa área ya que si yo no reprimiría mis deseos sería una “serial killer” de las más sanguinarias de la historia de la humanidad… Pero mi religión no me permite hacer, si queda en el pensamiento es una cosa… por lo menos en ese cuarto oscuro de materia gris hay espacio para mi verdadero ser.

miércoles, 25 de junio de 2008

Capítulo VII: “flores para un muerto”


Un olor a cementerio cubría todos los rincones de la planta baja, adornando las salas principales para alegrar a los internos estaba “Vale”, nuestra jefa de enfermeras tratando de darle un poco de alegría al lugar… quizás visualmente le ponía onda pero olfativamente era un recordatorio de a donde vamos a ir a parar todos… No muy agradable…

Tiramos toda clase de ambientador destructor de la capa de ozono que se disipaba a los pocos segundos… y esas flores muriendo dejaban un claro aroma a putrefacción. Siempre me dije que regalar flores era regalar algo muerto, en cambio una planta con su maseta y tierra era un ser vivo hermoso para cuidar… ¿pero quien tiene tiempo para cuidar seres vivos? En un mundo cada vez más autómata, en una vertiginosa vorágine de sociedad de consumo con objetos y personas descartables no hay tiempo para las plantas…

Y aquí, recreando la atmósfera de Chacarita, rodeada de puestos a la salida del cementerio… Hay que ponerle ganas y perfume a la bufanda para salir a recorrer los pasillos.

Por suerte hoy fue un día en que por razones personales se me permitió la entrada al “mani-comio” más tarde, por lo que el cruce con los internos y ambulatorios fue solo en el turno de la tarde-noche. Algunos exuberantes personajes del exceso, quieren pasar desapercibidos, pero como ser invisibles cuando sus ropas son tan llamativas que en un día de niebla los podríamos usar de faro.

Saltan las térmicas de los cerebros distorsionados de los pacientes y de los profesionales, ¡vamos a quedar a oscuras si todos nos desconectamos!... Tratan de escaparse de todo pero de uno mismo es imposible… Yo solo quiero conectarme conmigo misma para que sea más fácil el estar con otros… y es tan difícil que a veces me tengo que borrar de la vida, si fuera tan fácil como sacar un enchufe…

Se me olvido verificar que las luces del pabellón blanco estuvieran totalmente prendidas, y por su puesto que no lo estaban… en esa penumbra los internos se encontraban un poco fóbicos a la poca iluminación… así que les di una excusa para tener una recaída esta noche. Se hizo la luz y el clima mejoro como tocando un botón mágico… que simple es a veces cambiar algo que pensamos difícil.

El olor es ineludible al olfato… hoy es día de flores… ¿no deberíamos de tener un agradable aroma floral? Ya ni las flores perfuman ni las estufas calientan, las luces no iluminan y las palabras no dicen nada…

martes, 24 de junio de 2008

Capitulo VI


“TREPADORA” no tiene mucho cerebro, pero como es necesaria para ciertas tareas personales de los olímpicos dioses, tiene sus privilegios। No puedo pedirle que haga más de una tarea a la vez y tiene el culo tan pesado que a veces más que trepar arrastra su gran trasero। Pocas veces puede coordinar lo que dice con lo que hace y jamás le pidan que guarde un secreto, a menos que quieran que salga publicado por todo el mundo.

A decir verdad “trepadora” no es más que una pobre excusa de persona, quizás solo intente sobrevivir… pero se le suben los humos como si fuera importante, que puede ser que lo sea para alguien, pero ni modales ni educación son sus fuertes.

Con un problema para pronunciar algunas letras de nuestro alfabeto o escribir, hace lo poco que puede básicamente MAL. Pero no se le puede pedir mucho y lo poco es de esperar que no este bien hecho… y jamás hará algo más, porque le pesa el culo… pero para trepar levanta la abundante “BUNDA”

“LA PLAGA” de los pacientes están pululando por todos lados, son como hormigas en estado de ebriedad y actitud demandante. Todo lo quieren y ya!!! Porque ellos pagan y tienen derecho a que nos arrodillemos y los alabemos por ser quienes pagan para que nosotros tengamos un sueldo a fin de mes. Pero lo que no entienden es que no todo el mundo tiene la capacidad de soportar la terrible actitud de estos “dementes”. Si no fuera por nosotros no tendrían a donde ir, ni quienes los atiendan a pesar de sus malos modales.

Para esclavos ya tenemos con las cuentas a pagar a fin de mes para vivir… esclavos de la sociedad y de nosotros mismos… PERO NUNCA DE ESTA PLAGA MAL CRIADA… “TRAIGAN INSECTICIDA” que los rociaría a todos y les prendería fuego para verlos retorcerse en su dolor… insuficientes mentales!!! No se dan cuenta que sin nosotros estarían a la deriva de una sociedad que los trata como parias, como basura, con la hipocresía del interés… acá no nos interesan ellos, pero a los tratamos con educación y MUCHA, MUCHA PACIENCIA a pesar de sus malos modos.

Y acá estoy, tratando de relajarme después de un día laboral… Clases de YOGA, meditación, natación, masajes, caminatas… Tratando de no llevarme el trabajo como una carga… pero afecta… algunas veces más que otras…

Bolitas de grasa inmunda pululando por doquier, ropas sucias… cuerpos sucios… mentes sucias… Tiren LISOFORM, limpiarse la mano con DG6 después de tocar algo, evitar el contacto… no alcanza la lavandina para tanta oscuridad.

domingo, 22 de junio de 2008

Parte V: “Algunos representantes del Sequito terrenal: la jerarquía más baja”


El día en el citado nosocomio comienza apenas el reloj marca la hora más temprana para que los “insanos pacientes” con privilegios de salidas lleguen a la institución. Pero nunca llegan a la hora acordada, ni los internos… ni los ambulatorios, ni los profesionales ni el resto de la fuerza laboral. ¿Para qué marcamos una hora si nunca la cumplimos?

A penas se cruza la puerta principal encontramos a la primer cara poco amigable pero siempre o más bien a veces presente del lugar. Pamela Chu, una afamada bailantera de la movida nocturna del barrio de ONCE…una recepcionista a todo dar que dejo su pasado para fundar una existencia de valores simples... Básicos y mortales instintos. No necesita ponerle mucho pensamiento a sus tareas por lo que tiene un porcentaje alto de mediocridad. No creo sea la imagen adecuada para este lugar pero sus ocultos dotes hacen que siempre quede en posicion adecuada.

Quien arrea a los nuevos o perdidos es la inigualable Vale, con su acento europeo y mezcla de fuerte apache, es una gran presencia que enaltece el área de las enfermeras psiquiatricas, con sus vuelos de altura rasa e historias de bares en los rincones más afamados del viejo continente. De hobbie se dedicaba al teatro unipersonal para no perder presencia en el escenario. Siempre Bella con sus pinturas resaltando cada detalle de su piel. Especialista del “GARCHIN” sabe vender hasta a un maniquí lo que no necesita. Busca vidas de nivel internacional. Es una imagen de gran porte y glamour equivalentes a un personaje de cabaret. Da brillo…

En la cocina tenemos a la “tota – porrota” del barrio… no falta habladuría infundada que no haga circular por toda la sagrada institución. Una infamia de culebrones que vomita a cada segundo. Jamás se me ocurriría pedirle un café porque de seguro lo escupiría con su veneno, y antes de mezclar algo de ese ADN con mi ser, prefiero hacer ayuno hasta morir de inanición… cosa que pasaría luego de varias semanas. Igualmente para asegurarme que nada se encontrara dentro de mis bebidas, compro todo sellado y armo mis propias infusiones… salvo que se encuentre algún personaje de mi confianza, son pocos pero los hay.

Si el café tiene espumita no es que te lo batieron con ganas!!! y ni hablar de los saleros flojos… las sillas rotas…etc…

Hoy fue un día de visitas y tenemos a los más extraños seres pululando por las áreas permitidas… Deberíamos poner cercas electrificadas para que aprendan que donde dice NO PASAR significa que no pueden entrar…

Algunas ovejas descarriadas tienen esos momentos de ojos saltones y comedera de uñas, un rasgo de intranquilidad que puede terminar en un sangriento domingo… Todos atentos para ver quien sale corriendo primero… para el lado opuesto así nos evitamos algún juicio por alguna boludez cósmica que los Derechos Humanos exclaman… pero ¿Son humanos? ¿Para tener derechos no se deben acatar los deberes?...

Dentro de esos estandartes de Humanidad pediría que no pongan una y otra vez la misma música, tengo la sensación de un mensaje subliminal que nos implantan a todos… “coma un McCombo y tire de su heladera todo lo que diga Light” o “cruce las luces rojas acelerando al máximo” o “compre pieles de animales muertos porque las sintéticas no son biodegradables”… Quien sabe que macabro experimento hace el Director con nuestros cerebros…

Por suerte todo termino tranquilo, con unos cuantos inodoros inhabilitados por el excesivo uso del sistema digestivo de algunos individuos. Hoy tan solo se llevaron unos rollos de papel higiénico, 3 bombitas de bajo consumo un pisa papeles y el paragüeros de la entrada. Por supuesto que todo esto esta lejos del alcance de los internos y de las zonas permitidas para las visitas, pero siempre se llevan algún souvenirs… casi como recuerdo de algún lugar vacacional o religioso…

viernes, 20 de junio de 2008

Parte IV: “los lunáticos insurrectos”

Hoy habrá luna llena y es un augurio de intranquilidad en el nosocomio de “insalubridad mental” en el cual paso la mayor parte de mi tiempo. Con el privilegio de entrada y salida soy una persona inserta en la sociedad actual, con un grado de cultura mayor al normal que me demuestra constantemente todo lo que me falta saber…Podría decir que estoy inserta en la sociedad pero en realidad cruzo las fronteras constantemente… pase libre por inmunidad diplomática.

Hoy es viernes y deberé con seguridad trabajar horas extra para calmar a las fieras…

Llegan y salen pacientes, como una estación de trenes. El movimiento es perpetuo y siendo viernes todos quieren irse temprano. Día de visitas será mañana en un rango horario bastante amplio, hoy son pocos los que tienen encuentros con los engendros del más allá de las paredes.

Desde temprano revise que todo estuviera en orden y funcionando, pase por las alas bajas, medias y superiores; los pabellones azul, gris, blanco, violeta, verde, amarillo… la sala acolchada, los fríos baños, las salas de torturas, el vestuario de las camisas de fuerza y uniformes, los cuartos de stock para el instrumental, químicos y demás implementos del “santuario mental”. Tuve que hacer una lista grande de compras de varias cosas, pero estábamos bien de casi todo.

Mientras pasaba por las oficinas administrativas veía como algunos personajes se encontraban en sus celdas privadas, desconectados de todo lo que los rodeaba se internaban en los sonidos emitidos por los teléfonos de mil usos (gadget comunicacionales que incomunican)…

En el área del comedor había unos cuantos reclusos que se les permitía desayunar con el acompañante terapéutico de turno.

“Pichón de mamut” es una interna que intenta llamar la atención para que alguien la quiera y acepte como es… lo intenta todo, pero nadie esta interesado en quererla… Esta inquita desde temprano, quizás porque mañana es día de visitas y nadie vendrá a verla.

“Carancho” es una mujer entrada en años que tiene en la parte superior de su cabeza un casco de pelos que debe de servir para las caídas… una cosa espantosa y dura. Con cara de buho anda siempre mirando y nunca parpadea, sentada con su café es una de las pocas reclusas tranquila.

Tenemos a lo lejos, en la ultima mesa, al “metalero floral”, un cacho de humanidad difícil de trasladar por el espacio que ocupa. Vive enojado y no hace nada de lo que le dicen. Duro como el metal con el que trabaja. Gruñe y se impone con su redondez… pero esta solo y alejado… nadie puede abrazarlo porque no alcanzan las manos y su panza los separa casi 38 cm.

Hay tantos personajes como granos de arena en una playa.

Al medio día vuelvo a pasar por el comedor, y el director estaba haciendo desde hacía una semana una prueba sonora… el mismo cd una y otra vez. Hacía una semana que estábamos todos (internos y trabajadores) escuchando la misma música una y otra vez. La reacción era la misma para absolutamente TODOS, insoportable. La próxima luna llena tampoco ayudaba y el fin de semana era un inminente terreno de minas explosivas.

Todo comenzó con… “la comida esta fría”, continuo con “hay un pedazo de animal en mi plato”… “encontré un pelo”… “soy vegetariano y no como verduras verdes”… “los lácteos me recuerdan un mal momento”… “el brócoli me da gases”… y así continuo una larga lista de expresiones y demandas que fueron incrementando el desorden hasta que, volvió a iniciarse la misma música a más volumen. En un segundo los internos entraron en un estado de posesión diabólica y comenzaron a arrojarse la comida… había quienes abrían la boca como animales en un zoológico esperando el bocado de más, los que se ocultaban bajo la mesa y los que devolvían en dirección opuesta algo más que la comida poco grata a sus papilas gustativas.

En que termino esto… en que no comió nada nadie, si no les gusta que no coman…total nadie se va a morir por una comida… y de fondo la misma y reiterativa música…

A corchito quemado se le sumaron otras personas de limpieza… todos se quejaban por el trabajo extra… Solo escucho quejas y antes de empezar a trabajar en regla y contratadas imploraban que las llamen para trabajar. Ahora que están en regla les pesa el enorme culo que tienen… deberían dejarlas nuevamente en la calle, a ver quien las contrata… “Fisurita” estaba de licencia médica por lo que había una extranjera menos en la limpieza, pero para el día del cobro estaba bien para cobrar su sueldo… “Fisurita” era otra que hacia que hacemos, mandamás entre las bajas esferas peleaba por marcar su territorio… pero de propio no tenía ni el uniforme que usaba. Nunca voy a entender porque no aprecian y cuidan lo que consiguen… se van a dar cuenta cuando lo pierdan…

Volviendo al grupo de reclusos insurrectos, se decidió “echar” a la suerte y al acatamiento de las nuevas normas el que volvieran o no a la institución…

Mientras volvía a recorrer el área de las “obras pictóricas”, antes de los pabellones de colores, unas pacientes estaban sentadas admirando unas manchas que un “adicto al aerosol” había hecho una noche de pocas luces. ¿Qué veían o creían ver?... un árbol de sexos masculinos representando a todas las razas por los colores utilizados. Sobre esto no pude acotar nada más que unas risitas… Más de un artista estaría escupiéndoles la cabeza desde alguna nube para refrescarles la cabeza, mientras Freud en su “diván celestial” se reiría mientras se falopearía con algún buen narcótico.

Es viernes y ya la luna iluminaba toda la gran institución, bañando cada rincón con la tenue luz nocturna de una majestuosa luna llena. Los lunáticos aullaban como locos que son y los perros del vecindario los acompañaban en este réquiem de sonidos exacerbados que solo buscaban dejar de escuchar el mismo cd una y otra vez…

Parte III: “El tercer ojo”

Después de una mañana llena de trámites y papeleos burocráticos terminé de sacar las cosas estancadas de mi escritorio. ¿Cuántos árboles abran sido cortados y procesados para terminar en la basura como papel?.. y ni pensar en la contaminación de las papeleras para procesar el inerte material que alguna vez fue parte de los pulmones de nuestro mundo.

El recorrido comenzó como siempre por los pasillos hasta las salas principales y los pabellones especiales. Casi todos me conocen pero pocos se atreven a cruzarse en mi camino, es una suerte porque así me evito la interacción con los reclusos, los pacientes de día y las respectivas visitas.

Una imagen me perturbó la retina del ojo derecho. Como una extraña postura del kamasutra versión vaquero sadomasoquista, uno de los internos se creía que estaba domando a un salvaje caballo (aunque por su esbelto cuerpo lo definiría más como una mezcla de lobo marino con orangután). El valiente domador se encontraba sin su remera blanca puesto que la usaba de riendas mientras el mitológico personaje, en cuatro patas y con sus pantalones por debajo de los cuartos trasero dejaba ver un aspecto poco agradable de su fisonomía.

El cuadrúpedo estaba dando movimientos abruptos para liberarse de su captor quien se mantenía esbozante de alegría o ¿serían las pastillas dejando de hacer efecto?

Tanto forcejeo hizo al jinete buscar una forma de aferrarse más sobre su presa, y como en una película de artes marciales levanto su mano derecha… dejo tan solo dos dedos firmes, luego en un segundo quedo uno solo… y despiadadamente le hizo un piquete de ojo al Monstruo que al parecer lo creyó cíclope, un error de cálculos si pensamos que los ojos se encuentran en la cabeza… por lo que el animal con sus dos ojos bien abiertos ahora tenía un orificio anal ocupado por un objeto extraño a su cuerpo.

Fue rápido y casi mortal… un relinchido, unos cuantos movimientos y el cuadrúpedo paso a convertirse en una alimaña aplastada y esparcida por el piso blanco y frío. Ya domada la fiera al experto jinete no le daba gracia ni placer la quietud, pero se quedo sobre su presa inmóvil hasta que dos enfermeros gigantes lo separaron de su premio.

Todo eso pasó en menos de 5 minutos, por lo menos ese fue el tiempo que me detuve para observar desde el otro lado del vidrio de seguridad. ¿En tan poco tiempo la vida puede cambiar?... quizás la bestia indómita necesitaba ser domada, o encontró algún nuevo placer que mantenía excluido de su pensamiento por las enseñanzas y la cultura impuesta a su vida.

Una vez reinstaurado el orden en esa sala continué el recorrido en la sala de visitas, donde las aguas de la supuesta “normalidad” exterior se cruzan y mezclan con los ríos turbulentos de los pacientes.

Me tomo un café gigante y caliente que me reconforta en el gélido microclima que impuso el director. Según dijo, “con mis xxx años de experiencia he observado que el fío calma y despierta (¿qué despertara? , quizás los "infiernos internos de las personas”)… desde entonces vivimos en un eterno invierno…

Me siento cerca de una ventana que da a los jardines tratando de borrar la última escena de acción del día. Pero mientras comienzo a relajarme mirando unos pájaros jugar al sol, una roca cae entre las pequeñas aves y toda la paz se vuela junto a las pequeñas bestias voladoras. Giro la cabeza sobre mi hombro y tratando de no dejar aflorar la iracunda rabia mortal, veo a un niño riéndose del hecho que acababa de perpetrar sobre las pequeñas aves… pienso:-“futuro paciente del ala azul o recluso de alguna prisión estatal… si es que no muere antes baleado, atropellado o enfermo…

Si los que están dentro de este extraño espacio, son resultado de la sociedad que esta afuera o de algún “problema genético o congénito” no lo se… pero me juego a creer que la mayoría son la causa de la sociedad que desecha sus miserias, hasta que pase lo mismo que con la basura y no tengan lugar donde desechar u ocultar lo que no esta aceptado…

miércoles, 18 de junio de 2008

Parte II: "pabellon blanco"

Haciendo mis rondas de seguridad puedo observar muchas imitaciones de humanidad, pero la realidad en este apartado mental, esta muy distante de la norma del humano mediocre.

Pasillos interminables de celdas… puertas que abren o cierran mundos “escafandricos”, voces inaudibles que claman asesinatos… insatisfacciones por todos lados… silencios!

Paredes blancas… todo blanco para hacer mas visible las manchas, la mugre, la suciedad…Pulcros resplandores de inertes cuerpos, transeúntes perdidos en el más recóndito agujero de lo que queda de sus cerebros, luego de una tarde de electro shocks característicos de las reuniones familiares.

Un día común en la institución de la salud mental… Descubro a un interno queriendo cortarse los dedos después de que su mano, sola… sin ayuda de nadie quiso arrancar los cabellos de otra “reclusa” … Gritaban… tiene peluca!!! y como arte de magia negra, la mano cruel intento sacarla de la cabeza…

¿Qué habrá pasado por aquella cabeza que solo quería quitarle la peluca?, por suerte no tiene problemas con otras vellosidades del cuerpo…

Todo tan blanco me da dolor de cabeza y me pongo los anteojos oscuros. Están un poco sucios pero para lo que hay que ver no me preocupa…

Araña esta tratando de cruzar una ventana. Este intento frustrado, mezcla de súper héroe y teletubi, fue en otra vida un joven con futuro que se dejo quemar las neuronas con varios químicos de moda. Hoy es lo que es…un insecto tratando de cruzar una ventana. Nunca se despega de las paredes, y cruzar un pasillo ancho es solo posible dejándolo inconciente con alguna inyección amiga…Perdido, como muchos otros pero en un mundo inalcanzable y sin retorno. ¿Será que si pudiera, quisiera volver?

El pabellón blanco es el ala más dinámica, nunca falta acción y esta repleto de personajes indescriptibles, indescifrables, inimaginables… y son tan comunes dentro y fuera del manicomio… estas paredes no retienen la locura de la sociedad, apenas son una muestra gratis de lo que hay afuera.

Corchito quemado, es una extranjera de un país limítrofe que le encanta hacer creer que limpia… llora y llora para recoger limosnas y así incrementar su sueldo que de básico no tiene nada… pero como es de limpieza se hace pasar por una pobre infeliz mujer sin posibilidades de salir de su agujero… una lastimera llorona que ni hace bien su trabajo. No se entiende cuando habla el supuesto español mal conjugado, pero esta ahí… haciendo que hace… quejándose y llorando… ¿debería ser una interna más? ¿Pero quien limpiaría la inmunda y fétida “excritud” de los internos?... Mejor que trabaje, hasta donde le de la altura… es mejor que inodoros tapados y artísticas imágenes plasmadas en las paredes, como cavernas… cavernícolas de visitantes que se creen con el poder de dejar una huella en pared ajena.

Pabellón blanco no es sinónimo de hoja en blanco, quizás los muy creativos crean que es para dejar una impronta…no soportan el espacio y quieren llenarlo… Todavía no entienden que el espacio nos deja movernos, respirar, agregar algo, correr, sacar y poner.

Blanco y pulcro… es lo que quisieran… y yo pienso en psicosis… Necesito un rato de relax en el salón acolchado para los internos violentos, que les gusta probar la dureza de las paredes y hacer un Pollock con su clásico color rojo oxidado… para mí es como el pelotero del lugar… un clásico dentro de los clásicos… Blanco y acolchado como las nubes…

martes, 17 de junio de 2008

parte I: “primer día en el manicomio”

Como un día cualquiera desperté en medio de mi vida dándome cuenta que en realidad no era Yo. Una paradoja del vivir cotidiano descubrí que mi verdadero ser vivía dentro del mundo mental y que lo que llamamos vida no era más que lo que me tocaba hacer y ser.

Entre mundos paralelos descomponía mi psiquis día tras día… noche tras noche hasta que decidí aunar ambos cosmos y que sea lo que quiero ser..

Estoy saliendo de noche, son apenas las 6.15 a.m. y voy en busca de mi auto al estacionamiento. Desde la puerta de mi casa hasta la guarida del automóvil el viento frío hace descubrir que no hay ropa que alcance para frenar la calada de huesos. Pienso cuanto odio tener bolsas y cosas que llevar a parte de mi mochila, pero debo entregar varias cosas…

Por suerte apenas subo a mi auto, prendo todo…la calefacción y la música… Nada de radio que me conecte con todos los quilombos mundanos. Ni quiero conectarme con migo misma, menos con el mundo.

Que mejor que creer que no se piensa en nada…y así viajar hasta el trabajo. No es un lugar que me desagrade, tiene cosas buenas y otras malas… El momento del viaje es lo mejor del día porque mientras conduzco me desconecto de todo menos de lo que estoy haciendo…

Llegar al maní-comió tiene sus momentos… casi nunca hay lugar para estacionar porque la cantidad de desquiciados es enorme y crece día a día, dentro y fuera de la institución… por eso los psicólogos y psiquiatras siempre van a tener trabajo… además se necesitan entre ellos para psicoanalizarse mutuamente… ¿quién esta sano?¿quien esta enfermo?

Prender las luces, me recuerda que en la oscuridad no se ven las suciedades que dejan los supuestos educados…pero que sin ellas me llevaría todo puesto y quien sabe que podría pisar… Luces y veo, tachos de basura no se usan; cuadros rotos; papeles por todos lados y vasos descartables usados… Todo fuera de lugar, desorden, caos… así es como estamos todos…

Amo el orden y la organización porque me dan tiempo para disfrutar de lo que se me ocurra o no hacer nada.

Abro mi oficina y las cosas están en su lugar por lo que me calma. Tomo un café y el timbre toca como loco la llegada del personal de limpieza y otros.

Media hora y comienzan a entrar los pacientes impacientes… mentiras y verdades que no me interesan escuchar, obviedades ocultas en el hablar que el cuerpo exclama en su postura… ni se sienten bien ni se sienten mal, simplemente no sienten nada a simple buscar pero en el interior el dolor y la impotencia claman VERDAD!!!

Caminan llevando pesos, grilletes, bozales, mentiras… y se ríen, como si eso fuera felicidad. Entra por la puerta principal una mujer perdida, que no hay duda que esta en el lugar que buscaba… Me acerco y le informo con la mejor cara posible y con un tono suave pero seguro. Le explico todo pero igual no entiende nada así que vuelvo a explicarle de otra manera más simple (tonta) todos los detalles… y decide comenzar por su propio bien el reordenamiento mental para su salud.

Observa las “obras de arte” de las paredes mientras va en dirección al ala central para ser derivada al profesional de turno… como en una ruleta rusa va girando sin saber si será su turno.

Volviendo a esas manchas gravitacionales que hacen ver cosas según la psiquis del observador… son para mi MANCHAS coloridas y plata en materiales que sirven para desahogar al manchador oficial de turno.

Locos aceptados para vivir en sociedad, eso es lo que hay por todos lados en este delirante lugar… se creen más por tener dinero o conocer a alguien importante… cuanto ego, cuanta necesidad de sentirse más, de sobresalir ante otros porque se sienten tan diminutos… y yo tratando de ser simplemente YO… ni más ni menos que otros… sin comparación más que con quien quisiera ser…

Después de unas dos horas vuelvo a encontrarme con la dubitativa señora, que no estaba segura de nada … quizás mañana vuelva si se atreve a cambiar lo que intenta dejar a tras… -“Hasta mañana”- le digo, sin esperar nada … -“hasta mañana”- responde. ¿será verdad?, tiene tiempo para los modales y las buenas costumbres.

Paso por el comedor y veo sin sorprenderme que ni los internos, ni las visitas saben comer en la mesa y sentados, sin molestar a quines le sirven… No voy a detallar el chiquero que dejan cada día luego de cada comida…

Hoy salgo temprano y por suerte no tuve tiempo para pensar que hago acá…