domingo, 20 de julio de 2008

Capitulo XI

Estábamos casi todos con la alegría a flor de piel cuando nos dijeron que VALE, nuestra enfermera psiquiatrita había sido seleccionada para ir a trabajar por un año a un psiquiátrico de alta sociedad en el antiguo continente. Suponíamos que era nuestra salvación para dejar de sufrir esos momentos de psicosis clínica cuando aparecía con su uniforme poco elegante de enfermera (de la década del 50)… le faltaba la cofia y el cuchillo ensangrentado para salir corriendo, y nunca mirar sobre los hombres.

Todo fue una vil mentira que destrozo más de un corazón en esta institución, demostrando que hay lugares para todos y otros que nos están VEDADOS por ser quienes somos. Tenía todos los papeles en orden, (o eso nos hizo creer) ya había salido del nuevo continente rumbo al antiguo, cuando al desembarcar pasaron su pasaporte por la aduana y antes de abrir o cerrar los ojos se encontraba en una habitación detenía por sospechas de antiguos crímenes no resueltos en la costa azul.

Imagino que apenas abrió la boca ya no tenia más salvación… era casi como los desechos del nuevo continente llevados al viejo en un contrabando poco usual… ni con una cuenta bancaria de 500.000 euros la dejaban entrar… quien sabe que prontuario salto en las computadoras de INTERPOL… lo único real y lo más indigno era que esa escoria latinoamericana debía volver a su hábitat natural porque era una inmigrante no deseada… pero acá tampoco la queríamos…

En menos de 30 hs… estaba nuevamente en nuestra ciudad… Casi como quedarse dormido en el bondi y dar un viaje de ida y vuelta a la Terminal de una linea porteña… pero esta vez termino el episodio a favor de los antiguos habitantes del continente europeo. Toda alegría se desvaneció como el humo del cigarrillo que acababa de apagar un desquiciado.

No hubo arreglos posible ni dinero que pudiera solucionar nuestro dilema… toda esperanza fue arrasada como el agua del inodoro que se lleva los excrementos por las cloacas…

domingo, 13 de julio de 2008

Capitulo X

Era un día tranquilo, o eso me hizo creer la suave brisa de la mañana. Casi sin autos en las calles ni peatones para imaginar destrozados bajo algún accidente en la vía publica. Todo tranquilo, pero como dice el dicho…. esto anuncia la tormenta!

Estaba sentada en mi oficina, con la puerta cerrada. Trabajaba en silencio, concentrada en las mil tareas que debía dejar andando y luego verificar si estaba hecha por algún infradotado del staff. Continúo pensando, que acá, hacen caridad con el personal… quizás deduzcan impuestos o algo así. Se abrió la puerta y llego una persona detrás de mil cajas de papeles que debían ser transcriptos para ayer a una computadora para hacer ESTADISTICAS… parece ser que los grafiquitos del Excel son lo TOP de las altas esferas de la Institución, la jefatura médica quería, mil y un dibujitos color y con brillito en lo posible… representación de una inocua burocracia papelistica que remonta a la década de 1900. Así es, un viaje más de 100 años al pasado pero con PC.

Y de golpe la paz se volvió un estruendoso agolpamiento de ideas y soluciones para un pedido poco ortodoxo. ¿Cuantos pacientes psiquiátricos habían logrado “curarse” y fueron reinsertos en la sociedad?, ¿Cuántos volvieron?, ¿Cuántos se perdieron en la excéntrica civilización incivilizada e insensibilizada?, ¿Cuántos se habían suicidado? y ¿cuantos reincidían?, ¿Cuántos continuaban con su tratamiento ambulatorio después de salir de la internación?, ¿Cuántos mantienen su mejoría dentro de los estándares de la sanidad mental acordada por la honorable sociedad de psiquiatría argentina? , etc…etc… etc…

Una sarta de números y grafiquitos estupidos que solo servían para hacerles creer a algunos pocos “infradotados” jerarcas que estábamos bien con lo que ofrecíamos como servicio de salud mental.

Primera pregunta…¿para cuando puede estar?... no debería haber sido, ¿se puede hacer?, ¿necesitas ayuda?... NO. Sabemos que mi posicion en este lugar es de TODO LO PUEDE, TODO LO VE, TODO LO SABE y sino se arregla.

Momento crucial en que la psicosis arrasa en olas gigantes de sangre todo instante de lucidez, y creo a todas luces en “la muerte de una raza insalubre”.

Para salir del momento “Dr Jekyll & Mr. Hyge” en Apocalipsis now … recordé un una escena extraña hace tiempo, cuando una interna en un grupo, hizo que una banda de descerebrados respirara tres veces y repitiera cual culto satánico una boludez tras otra… reí un poco y comencé a trabajar en el imposible pedido de ultratumba a destiempo.

Mientras intentaba hacer las “very Important” estadísticas sanitarias tuve que salir a buscar a los “decapitados” (ya ni cabeza tienen) administrativos del turno correspondiente, que como era lógico no estaban ni en sus puestos ni haciendo que hacían sus tareas. Por lo que tuve que disciplinar a los “enfermitos admin.”… perder el tiempo es algo que les encanta que haga, como si me sobrara!!!

Entre tanto, en una ronda sorpresiva advierto que el olor nauseabundo de las alcantarillas llegaba a niveles insoportables, por lo que hice que revisaran las cañerías para descubir o más bien reafirmar que: LAS MUJERES tiran los OB, TAMPAX, toallitas femeninas y demás objetos por el inodoro… será que no entienden que las cañerías se hicieron para: EL PIS Y LA MIERDA… quizás algo de papel higiénico que se deshace en el agua… POR DIOS QUE SON SUCIAS SIN DISTINCION DE CLASE SOCIAL O NIVEL CULTURAL… Los hombres no embocan el meo ni por casualidad, nunca se lavan las manos después de agarrar sus genitales para realizar tal acto y para peor te saludan y tocan así sucios… No voy a acotar más sobre cuan poco mejoro la higiene la raza humana cuando el mundo se esta volviendo un basurero.

Y yo aquí, atascada en las estadísticas inexactas de una multiplicidad de datos tomados por diferentes fuentes (poco confiables) para demostrar y afirmar que, se pueden curar los desquiciados y si no te curas te hacemos pasar por sano… con sello, firma de colores y brillitos fashion.

martes, 8 de julio de 2008

CapituloIX: El monóculo obtuso

Desperté con un ojo pegado, irritado… cansado de ver tanta mísera locura, decidió hacer piquete y se puso rojo hasta el punto en que a la noche, mientras dormía, como una araña mañosa tejió un moco sanguinolento que lo dejo en total oscuridad. Sin molestias mayores a tener que pasar estas horas con un ojo emparchado y la mitad de mi campo visual, salí a transcurrir mis horas laborales lo más alejada posible de la luz solar que me daba dolor de cabeza.

Entrando por la puerta principal, con la noche a mis espaldas, descubrí que el guardia no estaba en su cubículo por lo que se pagaba a una seguridad insegura… que en vez de estar cuidando, estaba en la esquina comiendo facturas y hablando teorías quánticas sobre partidos de fútbol utópicas. Apenas y va aclarando y ya encuentro personas fuera de lugar…y vino a mi mente lo que siempre digo, la seguridad es solo una sensación que se tiene…en este caso pagan para sentirse un poco más seguros…

Un indigente, más gente que muchas personas de sociedad que he conocido, se acerco para pedirme el café que siempre le hacía llegar por las mañanas acompañado de unas galletitas… antes de pedirme nada, me dio los buenos días y me ayudo a abrir la puerta que estaba medio trabada por la humedad… casi como los huesos de algunos o las manos y o pies de corchito quemado que al parecer tenían síntomas de “michelín” cuando la humedad ambiente llegaba a cierto punto. Este efecto inflable le impedía trabajar por lo que mi respuesta es… “la humedad es lo que mata”.

No se si la penumbra de mi circunstancia se debía a el día nublado, gris y frío… al humor del director que al parecer se quedo a dormir en su despacho privado por altercados con su concubina actual. Todo giraba en torno a un exceso. Al sexo. A la relación unidireccional de sus relaciones… lo único importante era el… como todo en su vida, su centro…su todo era su propio ser que todo lo abarcaba y lo podía… y así terminaba en estados de absoluta ebriedad mental y saturación “psico”. Un clásico entre los clásicos, casi un shackespeare del narcisismo…. Un campo interminable de narcisos, clonados para que sean idénticos y no pueda existir competencia.

Con la efímera careta del bien-estar, comencé mis rondas con un monóculo estrábico y obtuso. Desde mi mente, impuse la orden de ver el mundo desde una óptica diferente y ya tenía una visual al 50% de mi capacidad. Comencé por ir a los baños más cercanos por necesidad de mi esfínter que no me dio tiempo de reaccionar antes. No podía creerlo, en un inodoro encontré la evidencia de la mala puntería trasera de algún sistema excretor (supuestamente humano) que había prendido turbinas y dejado hasta los pelos del intestino delgado… un momento de meditación basto para cerrar la puerta y llamar por el next-tel al personal de limpieza… pero ya era de saber que corchito quemado no estaba disponible por hinchazón corporal… o quizás por una indigestión resacosa de la cena nocturna… Por suerte había otros pobres seres que deberían limpiar y desinfectar la huella inoportuna de una cagada literalmente nada artística.

Por su puesto que como un CSI BsAs, tome fotos del hecho… por la textura, consistencia, color y estado reseco… además de ser el baño de mujeres, supe que fue un invitado del día anterior… más que nada porque los internos no pueden utilizar este baño y los empleados usamos (según categoría) otros.

Tuve la suerte de recorrer los pasillos pudiendo mirar solo el lado derecho, por lo cual me abstuve de girar el cuello para ver las nuevas obras artísticas del sicótico manchador de superficies. Las caras de los internos aplastadas contra los vidrios cuando no un trasero poco depilado y muy gordo… Puedo soportar mucha agresión visual pero algunas cosas sobrepasan los límites de lo bizarro… Hoy vi el meridiano apocalíptico del director cuando, agachado para atarse un cordón, el pantalones del traje se deslizo.

Hoy es un día de poner la otra mejilla… de mostrar la otra cara… de despojarse de la mierda… y apenas son las 10 de la mañana.